Procrastinar es el hábito que tenemos muchos seres humanos de posponer o retrasar tareas y responsabilidades. Sustituimos actividades importantes por otras que no son relevantes.
Steve Allen dice en su libro, “Cómo Vencer el Miedo, Dejar de Procrastinar y convertirse en una persona de acción”, que la principal causa por la que procrastinamos es el equilibrio, dolor-placer.
Entre ver tu programa de televisión favorito o hacer un informe frente a tu computador. ¿Qué te causa más placer? En lo inmediato ver la televisión será más placentero. Después te sentirás mal porque tendrás que acostarte más tarde para tener el informe listo a tiempo.
Steve Allen, habla de cambiar el enfoque. En lugar de enfocarte en que necesitas hacer el informe, piensa, qué vas a ganar si terminas a tiempo sin necesidad de trasnocharte. También considera, qué vas a perder si no lo terminas.
Elimina los distractores. Apaga el celular, el televisor, si es posible elimina las aplicaciones que más tiempo te consumen. Cuando te aburras de no hacer nada, no te quedará más remedio que realizar las tareas que debes hacer.
Otra causa común, es enfrentar una tarea que no sabes cómo empezar o que te aburre. En este caso, dividirla en pequeñas tareas es de gran ayuda. A medida que vas resolviendo cada una de estas vas a sentir alivio. Después que tengas más del 50 % resueltas, sentirás el impulso para continuar y finalizar.
La pereza es otra de la causa que nos lleva a procrastinar. Es una condición inherente del ser humano. El individuo primitivo guardaba energía para los momentos de peligro. Hoy en día la pereza no es bien vista.
Si quieres vencer la pereza debes comprometerte. Comprométete a lograr cosas pequeñas. Si quieres adelgazar, comprométete a realizar una caminata de 5 minutos. Después de 5 minutos de ejercicio, sentirás mayor motivación. Proponte terminar una página del informe pendiente. Después de terminar una página, es probable que decidas avanzar más porque te sientes motivado por lo que ya avanzaste.
Procrastinar es una de las maneras en la que el cerebro nos mantiene en nuestra zona de confort. Si decidiste dejar de hacerlo sigue estos consejitos que te acabo de dar.
